La veterana pareja de hosteleros, 75 años él y 64 años ella, abren un restaurante donde ofrecen platos de su país alejados de los tópicos como una sopa de marisco de La Toscana, un robalo con tomates, aceitunas negras y alcaparras o un guiso de babetas al bogavante
Renato y Lalla en la terraza de su establecimiento en la calle Rosa de los Vientos de Conil. Foto: Benjamín Colsa
Texto: Benjamín Colsa
Sabemos que la comida de Italia es muy variada y sabrosa, aunque solamente la relacionemos con pizzas, risottos y pastas. Es una cocina muy tradicional, y que al igual que en España, dependiendo de sus regiones, nos encontraremos con diferentes recetas que reflejan la cultura de cada lugar.
El pasado 12 de febrero se inauguró en Conil el restaurante Lalla e Renato “Mamma mía” y como si fuera una señal de parte de su historia, el local se ubica en la calle Rosa de los Vientos, un símbolo que se asocia con la libertad, aventura y guía para pescadores y navegantes en sus travesías por los mares. Sus propietarios son Lalla y Renato de 64 y 75 años respectivamente. Durante mas de 40 años han regentado negocios de hostelería en Florencia y además Renato trabajó de panadero, por lo que tenemos mas que asegurada la calidad de la masa de la pizza realizadas de forma casera artesanalmente.
Florencia es todo un paraíso gastronómico que concentra lo mejor de la cocina italiana, así que un trozo de Florencia lo tenemos en Conil gracias a la aventura de estos profesionales que se vinieron para hacer realidad su sueño. Lalla todo los años en octubre durante su vacaciones, se dedicaba a viajar por todo el mundo, hasta que un año su hija le dijo que viajarían a Conil, y así durante 3 años fueron continuos esos viajes a la zona, hasta que ya decidieron cambiar todo lo que tenían en Florencia, vendieron su negocio y su casa y por seguir los pasos de su hija terminaron en nuestra provincia. A veces al igual que la Rosa de los Vientos. una voz interior te va indicando el camino adecuado para ti.
Vista del comedor del establecimiento. Foto: Benjamín Colsa
La cocina que se ofrece en Lalla e Renato, que prefieren mantenerse en el anonimato y no dar sus apellidos, es la autétinta cocina italiana con sabor a mar, con una carta en la que además de la pizza nos encontramos con “Caciucco”, una sopa de marisco típica de la zona de toscana , formada por un caldo de pescado con mejillones, picatostes, calamares y gamba. Fritos de pescado como la “lubina con tomate, aceitunas negras y alcaparras”. Del mar también los sabores de las “babetas al bogavante” y el “arroz cremoso con gambas”, un plato original de Roma que se hacía en Sans Souci en Via Veneto y que encantaba a la actriz Elisabeth Taylor y al actor Michael Burton. Las casualidades de la vida hicieron que el cocinero de San Souci de Roma terminara trabajando con Lalla en Florencia por lo que la receta la adaptaron para su restaurante.
También pizzas caseras
Entre las pizzas realizadas todas ellas con masa y salsa realizada artesanalmente, las que mas resaltan son la pizza “Trevisana con Radicchio”, con mozarella, ensalada roja (lombarda) y provolone, la “Piccola Italia” con tomate natural, mozarrella, albahaca y ajo, y la Pizza con el nombre de la casa “Lalla e Renato”, con tomate, mozzarella, parmesano y jamón serrano.
De los postres no nos podemos olvidar de los Tiramisú, el helado casero de almendras y la pannacotta con chocolate o fresa. Y en los vinos la presencia de Vino Valpolicella de la zona italiana en blanco, rose y tinto.
El local cuenta con terraza exterior y una decoración muy hogareña, los cuadros, los manteles y los recuerdos a Italia están presentes en el salón con colores azúl y blanco. El horario de apertura es de lunes a domingo a partir de las 19 horas. No tienen servicio a domicilio, pero puedes encargar y recoger en el establecimiento en C/ Rosa de los Vientos 40, llamando al 956456585
Lalla y Renato, con una sonrisa ella y con cara de buenachón él, son esa parte de Italia que aún no conocíamos gastronomicamente y que nos une a los sabores del mar.
La terraza de Lalla e Renato. Foto: Benjamín Colsa